jueves, 11 de diciembre de 2014

Dos imágenes tuyas se besan incitando al odio
del reflejo en el agua, insistiendo
en el juego del trompo y los besos,
inhalando la indiferencia de tus ojos de otoño

Son dos imágenes tristes que emprenden un viaje dentro 
de sus mismas lenguas
Dos partos interrumpidos peregrinando 

en el eco del cansancio
Es una cascada de gestos tristes que buscan la desnudez 

en un vaso de agua
Son nuestros caminos unidos por un himno silente

Dos imágenes tuyas se besan inhalando 
las dudas de un navío que llora, incitando a la belleza 
de las raíces en la infancia
insistiendo en la blasfemia de nuestros gritos en la arena

Te invité a un viaje, peregrino
Pero nada sabes tú de romerías.